jueves, 4 de agosto de 2011
Estoy loca pero no me importa.
¿Sabéis? Estoy loca. Sí, loca perdida, tonta, emparanoiada, imbécil perdida, idiota y me encanta serlo, lo paso genial así. Pero solo él consigue crear en mí esa locura, que el mundo me de vueltas y que para no marearme, yo de vueltas al compás del mundo. Que si la vida me dice negro, yo diga blanco por cabezota. Que si tú dices duro, yo digo blando. Soy de esas que cuando el mundo establece unos límites los traspaso por gusto, tal vez morbo. De las que piensa que las normas están para incumplirlas y que las casualidades no existen. Estoy tan loca, que cambiaría un solo abrazo suyo por todo lo material y sentimental que llevo coleccionando en mi vida. Por todo esto, suelo perder todas las apuestas, porque me gusta creer que las cosas improbables (también llamadas imposibles) pueden suceder algún día...por eso todavía le quiero.
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muy buena conclusion, te admiro :D
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