domingo, 27 de noviembre de 2011

Querido amor:

Hola preciosidad. 
Sí, soy yo, la misma de siempre, no he cambiado, me sigo deprimiendo cuando no te veo; todavía siento ese dolor punzante en todas partes cuando estás mal; aún no consigo respirar cuando nos enfadamos; todavía muero al pensar en que te puedo perder y no he aprendido a controlar esos celos que me ametrallan cada segundo.
Sabes? La verdad es que no quería contarte nada en concreto, solo quería recordarte que a tu lado, soy la persona más feliz del universo, que puedo enfrentarme a todos mis miedos, que hago todos mis sueños realidad (aunque desde ESE día mi único sueño sea estar a tu lado, cuidarte los 365 días del año, hacer que sonrías, levantarte cuando te derrumbes, llenar de luz tus días de oscuridad, en definitiva, mi sueño eres precisamente TÚ) que siento que tu compañía es sin duda alguna el mejor regalo que me ha dado la vida, el premio más grande que he llegado y llegaré ha alcanzar, que entre lo importante, eres lo más, simplemente esa fuerza que me empuja constantemente a seguir adelante cada día, es como un sueño del que no quiero despertar, más concretamente una fantasía, que contigo no me importa el mundo, quiero que seamos solo tú y yo, eso me basta.
Quería pedirte algo: que me permitas observarte mientras duermes, mientras escucho tu pausada respiración, mientras rozo lentamente tus pies, mientras siento las puntas de dos dedos temblorosas, simplemente déjame percibir que estás tan enamorado como yo. Y ten absolutamente claro que si por algún motivo te despiertas fingiré que duermo para que no te des cuenta de lo fascinada que estoy.
Bueno, como estoy segura de que tarde o temprano cumplirás lo que te he pedido, te confesaré algo que sonará muy cursi (como todo lo anterior), pero supongo que debes saberlo: no puedo evitar intentar llevarte al cielo con cada beso, demostrarte lo que siento con cada mirada, hacerte feliz con cada sonrisa, cuidarte en cada abrazo, protegerte en cada suspiro ni tenerte en la cabeza constantemente. 
Te prometo (por si alguna vez se te ocurre pensar algo distinto): que eres el único en mi corazón, que no te fallaré en ningún momento, que nunca te dejaré solo, y que jamás te haré daño.
PD: No tengo nada más que decir porque creo nada es importante si te tengo, nada exceptuando que… TENGO GANAS DE TI.
Atte.: yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sonrisas