Que te quiero.

Pues a pesar de todo he de reconocer que te quiero. Que te quiero como nadie te ha querido nunca. Porque puede que hagas muchísimas cosas mal, pero cuando estoy triste siempre me anima el recuerdo de tus besos. Porque siento que te necesito a mi lado. Es que yo solo conozco tus brazos como refugio de mi alma, sé que entre mil tempestades tú me das toda la calma y me haces enfadar. Eres todo lo contrario a lo que pensé tener a mi lado, a lo que de pequeña pedí. Pero ahora estás aquí, y cuando te tengo en frente no puedo tener más claro lo que quiero, porque sé que te quiero a ti. Es con toda seguridad, y sencillamente con amor todo lo que yo siento. Pues me imagino en tu cama todas las mañanas del mundo, que cada vez que salga el sol, me ilumine más tu sonrisa, que compartamos la brisa de las mañanas de primavera, que ardamos con el fuego de una vieja chimenea. Tanto en invierno, como en verano, en primavera o en otoño. Todo el año, todos los años de mi vida te quiero.