Hay días en los que una no se levanta con ganas de sonreír, y mucho menos de hacer sonreír a los demás. Esos días en los que la realidad parece tener un solo punto de vista: El negativo. No es falta de inspiración, son las lágrimas contenidas, los problemas que tienes, las ganas de gritar que todo esto es una puta mierda, o esa sensación de que el mundo ya no está para bromas. Y sin previo aviso, y sin que nadie se dé cuenta, al primer síntoma de que el mal humor nos está ganando la batalla, me encuentró aquí, tirada en la cama, olvidándome de todo y como si empezara de cero. La gente me da ánimos: Que si la vida sigue, que si todo pasará, que si quieren verme feliz.. Y así paso el rato, hasta que finalmente, me hago la pregunta: ¿De verdad se puede ver el lado bueno de todo, con la que está cayendo?
Si, se puede, todo tiene un lado bueno, solo hay que fijarse más, porque está ahí, y si quieres puedes verlo. Que ya nada puede quitarme mi manera de disfrutar la vida....
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